Expertos en Trastornos del Neurodesarrollo
Unidad específica para la evaluación y tratamiento de los Trastornos del Neurodesarrollo
En el equipo multidisciplinar contamos con profesionales en el área de psiquiatría infantil (especializada en Neurodesarrollo), neuropsicología, logopedia, terapia ocupacional , nutrición y orientación pedagógica, que realizarán las evaluaciones, las intervenciones y tratamientos adecuados.
Disponemos de consultas para población infantil y población adultos diferenciadas.
Salas de Integración Sensorial
La Integración Sensorial es el proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio cuerpo y del entorno, haciendo posible utilizar nuestro cuerpo de forma eficaz en el nuestro día a día. En otras palabras, es la capacidad del Sistema Nervioso Central para registrar toda la información sensorial (externa y/o interna) y responder y funcionar adecuadamente ante las demandas del entorno.
Desde Terapia Ocupacional se trabaja bajo el enfoque de Integración Sensorial con niñ@s que presentan alteraciones o dificultades en su procesamiento sensorial que vemos reflejados en problemas de aprendizaje, retrasos en el desarrollo, alteraciones conductuales, emocionales y dificultades en la participación en sus actividades de la vida diaria.
Objetivos:
- Detectar las dificultades y patrones del procesamiento sensorial para cada uno de los sistemas sensoriales, determinando qué impacto tienen en las áreas de desarrollo del niño, su aprendizaje y su desempeño ocupacional.
- Desarrollar la capacidad del Sistema Nervioso Central para procesar y organizar de manera adecuada los estímulos sensoriales provenientes del entorno.
- Lograr la organización conductual y la emisión de respuestas adaptadas en niños y niñas que presentan dificultades en el desarrollo, aprendizaje y un procesamiento sensorial alterado.
- Emplear experiencias y actividades sensoriales adaptadas a las necesidades neurológicas del niño.
Intervenciones:
- Sesión valoración y presentación.
- Sesiones individuales, enfocadas a trabajar las siguientes áreas:
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- Organización del comportamiento y relación con el entorno.
- Procesamiento sensorial, nivel de alerta y autorregulación: conocer el perfil sensorial de cada niño para elaborar actividades adaptadas a sus necesidades y promover un procesamiento sensorial adecuado.
- Patrones de disfunción en integración sensorial: impacto en habilidades motoras, aprendizaje, conducta, juego, participación social, escolar y desempeño diario.
- Praxis: habilidad de conceptualizar, organizar y ejecutar una tarea nueva.
- Orientaciones y pautas a los padres.
- Orientaciones y pautas para el colegio y/o otros profesionales.
Un niñ@ con desorden en integración sensorial puede presentar varios de estos signos:
- Hipersensibilidad a luces brillantes, sonidos, movimientos del entorno, acompañados de malestar y conductas de evitación de determinados lugares, actividades u objetos, se tapa los ojos, los oídos, grita…
- Dificultad para filtrar la información auditiva, se abruma en entornos multitudinarios, solo pueden enfocarse hacia un estímulo auditivo, parece que se pierde información verbal, parece no darse cuenta cuando se le llama o no responde a su nombre…
- Propensión a estar distraído y, a pesar de tener una inteligencia normal, e incluso alta, el rendimiento académico es bajo. En el colegio describen dificultades en atención, permanencia en la actividad, olvida pasos de las tareas…
- Necesita tener la ropa apretada o contacto físico exagerado, se aprieta mucho los cordones de las zapatillas, pide o necesita que se le arrope fuerte para dormir.
- Agarra objetos y juguetes con demasiada fuerza (a veces pueden llegar a romperlos) o, por el contrario, de forma muy débil (se le “escapan” las cosas de las manos).
- Habilidades manipulativas más torpes o poco maduras para su edad, dificultades para coger el lápiz, abrocharse botones, subirse la cremallera, atarse los cordones, trazo inestable, pobre manejo de las tijeras, dificultades para enhebrar cuentas, etc.
- No percibe los cambios posturales de su cuerpo, se cae en facilidad de la silla, tiene dificultades para mantenerse sentado y con una postura erguida, se apoya sobre sus manos o brazos cuando realiza actividades en mesa.
- Parece más “blandito” o “débil” que el resto de niños de su edad, realiza movimientos lento, torpes y descoordinados, se sienta en “W”, presenta muchas caídas, dificultades para participar en juegos de movimiento con otros niños (pilla-pilla, fútbol, correr…)
- Buscar actividades en las que tenga que saltar, empujar, golpear, tirar o chocar. Tiene un juego más “brusco” de lo esperado para su edad, con dificultad para graduar su fuerza al abrazar, coger, tocar a otros niños o en el juego con los papás. Se choca con los objetos y personas del entorno y parece que le gusta “caerse” o chocar a propósito. Parece tener gran tolerancia al dolor.
- Rechinar sus dientes o muerde objetos no comestibles como juguetes, cuello del jersey y camisetas… Explora mucho con la boca y/o tiene la necesidad de ir tocando todo.
- Busca gran cantidad de experiencias de movimientos como rodar, mecerse y girar rápidamente de manera continuada, le cuesta permanecer quieto y parece no marearse cuando otros niños sí
- O por el contrario, se angustia cuando es movido en actividades rutinarias (cambio de pañales, lavarse la cabeza), se marea en algunos medios de transporte, no le gusta estar boca abajo, rechaza los movimientos bruscos, los columpios, etc.
- Tiene dificultades con el equilibrio y reacciones protectoras (presencia de muchas caídas y le cuesta poner las manos para frenar la caída), cuando salta no cae con las suelas de los pies (cae con el culete o las piernas dobladas), le cuesta dar saltos de manera consecutiva y atrapar o lanzar objetos.
- Dificultad en las actividades y deportes que requieren de un aprendizaje: montar en bicicleta, hacer el pino o la voltereta, jugar al tenis, escalada…
- Se muestra temeroso de explorar movimientos en el espacio, separar los pies del suelo, subirse a estructuras en el parque, evita actividades en el patio del recreo o parque, miedo a subir o bajar las escaleras…
- Manifiesta desagrado frente a cambios de temperatura, al andar descalzo o cuando le quitan los zapatos, se irrita con algunas prendas de ropa (dificultad para aceptar ropa nueva), etiquetas o pelusillas, prefiere tocar en lugar de que lo toquen, le molesta el ser peinado, que le laven los dientes o la cara, el corte de pelo o de uñas, evita meter sus manos en pintura para dedos, arena, pegamento, arcilla…
- Dificultades en alimentación: dificultad para tolerar ciertas texturas, sabores y alimentos, dificultad para masticar y en otras funciones motrices orales, le cuesta identificar la sensación de hambre y saciedad, etc.
- Pobre autoestima y concepto de sí mismo, con dificultades en las habilidades sociales y participación con iguales.
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