Entre los trastornos de la conducta alimentaria que tratamos en Citema, está la Bulimia. Es un trastorno cuyo nombre la sociedad en general conoce, pero cuyas características exactas son desconocidas para la mayoría.

Desde Citema apoyamos la necesidad de dar visibilidad a los problemas y trastornos mentales, por eso en este caso explicaremos qué es exactamente la bulimia nerviosa y los tipos que existen, así como en su posible tratamiento con nuestro equipo profesional y multidisciplinar en nuestro centro de tratamiento de trastornos alimentarios en Madrid.

¿Qué es la bulimia?

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario o de la conducta alimentaria que también se considera un problema psicológico, caracterizado por la pérdida de control respecto a la ingesta de alimentos. Es decir, los conocidos más comúnmente como atracones constantes de comida, que pueden ir seguidos de conductas purgativas para compensarlos, causados por una obsesión constante por el aspecto físico.

Los atracones consisten en ingerir grandes cantidades de comida en un corto espacio de tiempo, con sensación de descontrol. Por ello, es más característica en personas impulsivas que en personas planificadoras, debido a la pérdida de control que sienten cuando necesitan comer.

La edad de aparición de la bulimia suele estar entre el final de la adolescencia y el comienzo de la edad adulta, en una estimación entre los 18 y los 25 años, margen de oscilación más tardío que el de la anorexia. En cambio, tiene en común con este otro trastorno que la mayoría de personas que lo padecen son mujeres, pero este dato no excluye en ningún caso que los hombres también puedan sufrirlo.

Fases durante el trastorno bulímico

De manera general, podríamos estructurar este trastorno mediante las siguientes fases:

Intento de control de la alimentación

La persona con bulimia se planifica o sigue una alimentación cada vez más restrictiva con el objetivo de perder peso. De esa manera, intenta controlar su alimentación y su diera de manera obsesiva, en un estado constante de vigilancia y preocupación.

Pérdida de control: atracón

Lo que caracteriza la bulimia nerviosa es la pérdida de control, que consigue que la persona sea tan vulnerable ante su propia mente que se salte cualquier tipo de restricción alimentaria. De este modo, se producen los atracones, normalmente de alimentos completamente excluidos de la dieta que seguirían: alimentos prohibidos. También como respuesta a situaciones de estrés emocional, que general falta de control.

Purga o conductas compensatorias

El sentimiento de culpa invade la mente del paciente, quien se arrepiente profundamente de la ingesta descontrolada, y busca recursos para paliarlo y así evitar ganar peso.

Normalmente, esta purga consiste en auto provocarse el vómito para intentar expulsar lo ingerido, de manera genérica, mediante la introducción de los dedos en la boca. Pero las personas que son incapaces de vomitar o provocárselo, pueden recurrir al uso de laxantes y/o la excesiva práctica de ejercicio. También puede intentarse realizar ayunos, aunque no suele conseguirse o ser algo habitual debido a la pérdida de fuerza de voluntad que este trastorno provoca en las personas que lo sufren.

En el siguiente punto trataremos con más detalle este tipo de procedimientos, los cuales crean otro tipo de bulimia dentro del mismo trastorno.

Tipos de bulimia

Aunque hablemos de la bulimia o bulimia nerviosa como trastorno alimentario único, en la realidad existen dos variantes del mismo:

Bulimia tipo purgante

Los episodios de atracones van seguidos de vómitos auto inducidos por la persona, lo que se conoce como la purga de la comida ingerida de manera descontrolada.

En esta fase se produce la auto provocación de la expulsión de la comida, tal y como hemos descrito en los puntos anteriores. Esto responde a un impulso provocado por la culpa y el arrepentimiento, no es algo planeado como tal. Normalmente, esto se produce en privado, por lo que la familia puede tardar en ver este síntoma tan característico de sufrir este trastorno.

Del mismo modo, también se considera bulimia purgativa cuando se recurre al uso de laxantes o productos diuréticos por no querer o no poder realizar la purga mediante el vómito.

Bulimia no purgativa

En este caso, los atracones no van seguidos de una purga, sino de una conducta o recursos compensatorios.

Normalmente, quien padece bulimia no purgativa son conscientes de la imposibilidad de eliminar las calorías de los alimentos ingeridos una vez comienza la digestión de los mismos. Por eso, intentan paliar estos efectos practicando ejercicio físico cardiovascular en exceso, o realizar ayunos durante largos periodos.

Características de ambos tipos de bulimia

Antes de tratar las características de la bulimia, recordemos que, aun siendo un trastorno alimentario reconocido como tal, cada caso es personal y sus síntomas pueden verse variados por las características de la personalidad de la persona que la padece.

De manera general, algunos de los síntomas que podemos encontrar en un paciente con bulimia nerviosa a lo largo de la evolución del trastorno, son:

Obsesión por el peso y su imagen corporal, siguiendo dietas estrictas y restrictivas, que no suelen ser saludables.

Conductas compulsivas y en alerta, con extremo nerviosismo al tratar el tema de la alimentación o del físico.

Inestabilidad emocional e impulsividad, comportándose en ocasiones de manera descontrolada.

Desorden en los horarios, así como en las comidas, para evitar realizarlas con el resto de su familia.

Debilidad física y/o deshidratación.

Posibles hemorragias intestinales.

Erosión en las piezas dentales.

• Puede acompañar otras enfermedades mentales como depresión, o trastornos de la personalidad.

• Pueden sufrir otras adicciones o conductas nerviosas como fumar o mascar chicle en exceso.

Es imprescindible acudir siempre a un centro especializado para evaluar cada caso, recibir el correcto diagnóstico, así como el tratamiento adecuado y personalizado para cada caso. Desde Citema hacemos un abordaje completo del proceso.