El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un diagnóstico comúnmente asociado a la edad infantil. Sin embargo, muchos adultos siguen lidiando con sus efectos, a menudo sin haber sido diagnosticados en la niñez.

El TDAH en adultos se caracteriza por una serie de síntomas que incluyen la falta de atención, impulsividad y, en algunos casos, hiperactividad. Sin embargo, a diferencia de los niños, los adultos con TDAH tienden a manifestar estos síntomas de manera diferente. Dificultades en la organización, olvidos frecuentes, problemas para gestionar el tiempo y una tendencia a posponer tareas son problemáticas que enfrentan los adultos con TDAH. Además, pueden experimentar dificultades en las relaciones laborales y personales, ya que la impulsividad y la desorganización afectan la toma de decisiones y las interacciones sociales.

En cuanto a las manifestaciones comunes del TDAH en la edad adulta, encontramos síntomas que intervienen en la vida cotidiana, tales como:

  • Dificultades en el trabajo: La desorganización y la tendencia a olvidar compromisos, reuniones o plazos pueden generar problemas en el entorno laboral. Además, la falta de concentración puede reducir la productividad.
  • Problemas de relación: La impulsividad, la falta de atención y las dificultades para escuchar atentamente pueden afectar negativamente las relaciones personales, tanto familiares como sociales o de pareja.
  • Desorden en la vida diaria: Las tareas cotidianas como mantener el hogar ordenado, cumplir con responsabilidades y planificar actividades se vuelven difíciles de gestionar.
  • Problemas emocionales: Las personas adultas con TDAH pueden sentir ansiedad, baja autoestima o incluso depresión debido a las dificultades diarias que enfrentan.

Uno de los mayores desafíos del TDAH en adultos es que no siempre se diagnostica de manera temprana. Muchas veces, el trastorno pasa desapercibido durante la infancia, ya que los síntomas pueden ser más sutiles o confundirse con otros trastornos. En adultos, las personas pueden haber aprendido a enmascarar sus dificultades o adaptarse a ellas de maneras que dificultan el reconocimiento del TDAH.

No obstante, el impacto del TDAH en la vida adulta es considerable. Aquellos que no reciben el diagnóstico adecuado pueden experimentar dificultades en su vida profesional y personal, lo que afecta su bienestar general. La incapacidad para cumplir con las obligaciones, mantenerse enfocados y organizar tareas lleva a una sensación constante de estrés y frustración.

Por esto, el tratamiento del TDAH en adultos es importante y puede ser muy efectivo si se aborda de manera integral. Algunas estrategias y enfoques que pueden ser útiles son:

  1. Tratamiento neuropsicológico: Es una opción terapéutica que ayuda a los adultos a desarrollar estrategias para manejar sus síntomas, mejorar la organización y manejar el estrés.
  2. Tratamiento farmacológico: Los medicamentos estimulantes también pueden ser efectivos en adultos para mejorar la concentración y reducir la impulsividad.
  3. Entrenamiento en habilidades organizativas: Aprender a utilizar herramientas como agendas, aplicaciones de planificación y establecer rutinas puede ser útil para mejorar la organización y reducir el caos en la vida diaria.
  4. Modificación de estilo de vida: Mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio regularmente y practicar la meditación o técnicas de relajación puede contribuir significativamente a reducir los síntomas del TDAH.

Si eres adulto y sospechas que podrías tener TDAH, es fundamental buscar ayuda profesional. Tener un diagnóstico puede proporcionar la claridad necesaria para desarrollar un plan de tratamiento que ayude a mejorar tu calidad de vida. En la Unidad de Neurodesarrollo de CITEMA ofrecemos evaluaciones especializadas para adultos con TDAH (con realidad virtual NESPLORA) y tratamientos utilizando enfoques multidisciplinarios altamente especializados.