El sueño es necesario para recargarnos de energía para el día siguiente. Pero es importante no sólo dormir bien, sino que nuestro sueño sea reparador. Las consecuencias de no dormir bien pueden ser muy variadas como estrés, ansiedad, cansancio, somnolencia poca capacidad de concentración, lentitud en la respuesta, falta de reflejos, alteraciones de nuestro estado de ánimo, descontrol con las comidas, o fluctuaciones de peso, etc.
Para ello debemos seguir una higiene del sueño mediante unas pautas muy sencillas que nos ayudaran a conseguir un sueño placentero y reparador.

– La ingesta de bebidas con estimulantes como cafés, tés o refrescos de cola, y el abuso de alcohol o tabaco: debemos evitarnos aproximadamente 4 horas antes de la hora a la que vamos a acostarnos.
– La ingesta de la cena, ni muy copiosa, ni demasiado ligera, debe ser 2 horas antes de la hora programada para dormir. Evitar que la digestión esté realizándose mientras estamos dormidos.
– La habitación debe ser un lugar ventilado a una temperatura optima entre los 18 y los 22 grados
– La no utilización de dispositivos electrónicos 4 horas antes de irnos a dormir y no utilizarlos en la misma habitación. La luz azul que desprenden estos dispositivos da señales a nuestro cerebro de actividad y esto hace que nuestro cuerpo no segregue melatonina, la hormona natural del sueño, rompiendo así el ritmo circadiano.
– Debemos intentar dejar a un lado las preocupaciones del día, las planificaciones o las soluciones, para intentar conciliar el sueño y que este sea reparador.
– Evitar realizar ejercicio intenso 4 horas antes de acostarnos, el excesivo cansancio hará que no seamos capaces de conciliar el sueño

Nuestra Directora Asistencia, Patricia Ruiz, nos habla de estas pautas: https://youtu.be/Yq31PXSwL3s

En próximas entradas os hablaremos de cómo tratar el insomnio.