El hipermetabolismo en la anorexia nerviosa es un fenómeno que puede dificultar el proceso de recuperación de peso al inicio del tratamiento. Para quienes acompañan a una persona con anorexia, puede resultar frustrante ver cómo los esfuerzos por aumentar las ingestas no parecen dar resultados. Esto se debe, en muchos casos, a un estado de hipermetabolismo que acompaña la fase inicial de la recuperación.

¿Qué es el hipermetabolismo en la anorexia?

El hipermetabolismo se refiere a un aumento significativo en la tasa metabólica del cuerpo, es decir, la cantidad de energía que el organismo consume estando en reposo. En el caso de la anorexia nerviosa, el hipermetabolismo se presenta cuando el cuerpo comienza a recibir una mayor cantidad de nutrientes tras un período prolongado de restricción calórica. Este estado puede hacer que la persona gaste más energía de la habitual, lo que dificulta la ganancia de peso a pesar del incremento en la ingesta de alimentos.

Causas del hipermetabolismo

El hipermetabolismo en personas con anorexia nerviosa suele estar relacionado con varios factores. Primero, después de un período de inanición o restricción, el cuerpo entra en un modo de «defensa» para asegurarse de que los sistemas esenciales sigan funcionando. Como respuesta a la realimentación, el organismo acelera su metabolismo para hacer frente a las demandas energéticas y reparar el daño que ha sufrido durante el tiempo de desnutrición. Además, los cambios hormonales también influyen: hormonas como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3) pueden estar desreguladas, contribuyendo a un gasto calórico más elevado.

Otro aspecto importante es la actividad del sistema nervioso simpático. La restricción alimentaria prolongada puede activar este sistema que nos mantiene en alerta constante, lo que resulta en una mayor liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que también contribuyen a un metabolismo acelerado. Además, el cuerpo necesita más energía para la digestión y absorción de nutrientes durante el proceso de realimentación, lo cual incrementa aún más el gasto energético. Este fenómeno es conocido como termogénesis inducida por la dieta, y es especialmente elevado en personas con anorexia nerviosa en recuperación.

Consecuencias del hipermetabolismo

Este incremento del gasto energético puede generar consecuencias físicas y emocionales durante la fase de recuperación. A nivel físico, el hipermetabolismo hace que la ganancia de peso sea más lenta de lo esperado, lo que puede llevar a una mayor sensación de frialdad, fatiga y dificultades para retener los nutrientes necesarios para el restablecimiento de funciones vitales. Además, este estado de hipermetabolismo puede generar síntomas como sudoración excesiva, alteraciones en el ritmo cardíaco (taquicardia o bradicardia), e incluso problemas digestivos como distensión abdominal o diarrea.

A nivel emocional, esta situación puede incrementar la ansiedad y el miedo a comer más, ya que el paciente podría sentir que no hay avances o incluso que los esfuerzos para recuperarse no están funcionando. Por eso es crucial que tanto los pacientes como sus familias comprendan que el hipermetabolismo es una etapa temporal y natural del proceso de recuperación.

¿Por qué es difícil recuperar peso al inicio del tratamiento?

La dificultad para recuperar peso al inicio del tratamiento para la anorexia nerviosa se debe en gran parte al hipermetabolismo. Aunque el paciente está recibiendo más alimentos, el cuerpo utiliza mucha de la energía en reparar tejidos dañados y restablecer las funciones corporales esenciales. Esto implica que, al principio, la mayor parte de la energía de la dieta se destina a reequilibrar el organismo en lugar de acumularse en forma de tejido nuevo.

Es importante también considerar que la duración del estado hipermetabólico varía entre individuos y depende de factores como la edad, el grado de desnutrición y el tiempo durante el cual se mantuvo la restricción alimentaria. En algunos casos, el proceso puede ser más prolongado, lo que requiere ajustes constantes en la ingesta para asegurar que se satisfacen las necesidades energéticas del paciente.

Es fundamental que el paciente y su entorno mantengan la paciencia y confíen en el proceso. El cuerpo eventualmente se adaptará a la nueva ingesta calórica y el metabolismo comenzará a normalizarse, permitiendo una ganancia de peso más efectiva. El papel del equipo terapéutico es clave para asegurar una realimentación segura y progresiva, monitoreando constantemente el estado físico y emocional del paciente.

Tratamiento del hipermetabolismo

Para abordar el hipermetabolismo durante la recuperación de la anorexia nerviosa, se requiere un enfoque multidisciplinario. Un equipo de tratamiento puede incluir dietistas-nutricionistas, médicos, psicólogos y psiquiatras. Los dietistas-nutricionistas son responsables de diseñar planes de alimentación que aumenten gradualmente la ingesta calórica, asegurando que el cuerpo reciba los nutrientes necesarios para la recuperación. Los médicos monitorean el estado físico del paciente y hacen ajustes necesarios para evitar complicaciones. Por su parte, los psicólogos y psiquiatras trabajan para ayudar al paciente a lidiar con el estrés y la ansiedad asociados con la realimentación, así como para tratar cualquier comorbilidad psiquiátrica que pueda estar presente pautando y ajustando la medicación necesaria.

Además, es importante tener en cuenta que el aumento en la ingesta calórica debe ser adaptado de manera individual. Cada paciente tiene necesidades energéticas individuales que deben ser evaluadas y ajustadas en función de su progreso y respuesta al tratamiento. Esto no solo garantiza una recuperación más efectiva, sino que también ayuda a evitar complicaciones derivadas de un incremento brusco de la ingesta, como el síndrome de realimentación.