La ansiedad es una reacción natural cuando nos vemos ante un peligro.
Si tenemos un cuadro de ansiedad podemos sentir algunos síntomas como son el mareo y la falta de aire, palpitaciones e incluso taquicardias, hormigueo en las extremidades, presión en el pecho, temblores, angustia, etc

Quien presenta un cuadro de ansiedad intenta minimizar la reducción de estos síntomas descritos, pero en ocasiones la via no es la correcta y utiliza la comida como herramienta de escape.

Esto va a producir que la ansiedad que nos generaba una cierta situación, como puede ser los momentos de confinamiento que estamos viviendo, se transforme en ansiedad con la comida y nos produzca un trastorno alimenticio llamado, el trastorno por atracón.

¿En qué consiste el trastorno por atracón?

Comer grandes cantidades de comida, con la sensación de no poder parar, comer muy rápido sin sentirnos saciados. Incluso llegar a comer a escondidas, y luego sentirnos culpables y vergüenza. Estos son algunos de los síntomas que pueden darse en este trastorno alimenticio.

Para ello es conveniente seguir unas pautas tales como tener rutinas, planificar los menús y sus horarios, hacer ejercicio, dormir bien, y cuidarse para sentirse bien con uno mismo.

Aun así, es muy importante la valoración de un equipo profesional que pueda evaluar el trastorno, y plantear un tratamiento trabajando con psicólogos, psiquiatras y nutricionistas para poder superarlo.