¿Qué es la anorexia?
La Anorexia se define como un trastorno de la conducta alimentaria que conlleva la pérdida del apetito o falta de deseo de comer por alguna causa o síntoma, y consecuentemente la pérdida de peso significativa.
A su vez, la anorexia aparece en enfermedades del tubo digestivo y del hígado. Siendo posible que otras enfermedades la causen como sería: la insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardíaca, enfermedades de la tiroides o cáncer gástrico, entre otras.
Además, en algunos casos, la anorexia puede aparecer a través de medicamentos como pueden ser los antidepresivos, diuréticos y los analgésicos narcóticos.
Y en muchas ocasiones este trastorno de la conducta alimentaria puede ir acompañado de trastornos psicógenos, como puede ser la depresión, siendo una consecuencia de algún trastorno emocional o exposición a visiones, olores o incluso pensamientos desagradables.
Síntomas de la anorexia
Los principales síntomas de la anorexia desde el punto de vista clínico serían los siguientes:
– Aparición de sequedad en la piel e incluso con grietas.
– Presencia de vello fino tanto en mejillas, espalda, muslos y antebrazos.
– Debido al trastorno por el que el metabolismo se altera, tienen lugar un aumento de carotenos en sangre que dan lugar a que la piel tenga un color amarillento, sobretodo, en las plantas de los pies y en la palma de las manos.
– Presencia de frío en las extremidades.
– Fragilidad en las uñas y pérdida de cabello.
– Hipertrofia de las glándulas salivares, como las glándulas parótidas y las glándulas submandibulares.
– En algunos casos, problemas dentales como la corrosión del esmalte dental y aparición de caries.
– Perturbaciones gastrointestinales como por ejemplo: flatulencia, hinchazón o dolor abdominal.
– Perturbaciones cardiovasculares como por ejemplo, tensión baja, descenso de la frecuencia cardíaca o alteraciones del ritmo cardíaco.
– Alteraciones en el riñón que conllevan que su funcionamiento no sea el adecuado, dando lugar a niveles de potasio bajos o incremento de los niveles de creatinina sérica.
– Aparición de anemia, al estar los niveles de los glóbulos rojos bajos y leucopenia al estar bajos los glóbulos blancos.
¿Qué es la anorexia nerviosa?
La anorexia nerviosa al igual que la anorexia es un trastorno de la alimentación. Sin embargo, en este caso se manifiesta comúnmente en jóvenes sanos que les da un miedo intenso a engordar y como consecuencia se comportan de manera anómala en cuanto a la alimentación, el peso, la figura, etc. llevando a cabo conductas compensatorias de la mínima ingesta que hacen, tales como vómitos, uso de laxantes y/o diuréticos, ejercicio compulsivo.
Normalmente se dan más casos entre mujeres blancas más que en varones y no tanto en mujeres de raza negra u orientales.
Síntomas de la anorexia nerviosa.
Los principales síntomas de la anorexia nerviosa serían:
– Una reducción del peso esperado del 25 al 15%
– Aun teniendo un peso bajo miedo intenso a engordar o ganar algún kilo.
– Alteración de la imagen corporal, tanto la figura como el peso.
– Aparición más frecuente en la etapa adolescente.
– Alteración de la actitud ante la comida o cualquier alimento.
– Enfermedad clínica inexistente o de algún tipo de desorden psiquiátrico.
– Síntomas físicos como Amenorrea (ausencia o pérdida de menstruación), bradicardia (pulso en reposo de 60 latidos por minuto) o períodos de hiperactividad.
Diferencias y tratamiento para la Anorexia y la Anorexia Nerviosa
Por lo tanto y cómo podemos comprobar existen diferencias entre lo que es la anorexia, la cual sería, el estado o falta de apetito por distintas causas, como pueden ser algunas enfermedades, efecto adverso del tratamiento de las mismas o incluso problemas estomacales agudos.
Sin embargo, la anorexia nerviosa conlleva a que el paciente se vea de una forma distorsionada de la realidad en cuanto a su cuerpo se refiere, viéndose con mucho más peso del que tiene y solo tiene un objetivo que es adelgazar, siendo al contrario que la anorexia ya que estas personas no tienen falta de apetito, únicamente se niegan en rotundo a comer.
En cuanto al tratamiento a llevar a cabo, trae consigo el cumplimiento de una serie de objetivos globales, centrados en corregir la malnutrición de la persona enferma y los trastornos psíquicos de la misma.
Por lo tanto, el tratamiento debe centrarse en tres fases esenciales:
1- Atención médica.
Un conjunto de profesionales llevaran a cabo la atención médica para conseguir que el paciente vuelva a tener un peso saludable.
– Médico de atención primaria: prestando su atención médica y supervisando las necesidades de calorías y el aumento de peso que se debe conseguir.
– Un psicólogo y psiquiatra: Que trabaje con el paciente para dar pautas de comportamiento para volver a conseguir un peso saludable, trabajar aspectos cognitivos que mantienen el problema, y valorar prescripción de fármacos para tratar síntomas comórbidos.
– Dietista: Para reeducar al paciente en buenos hábitos alimentarios, con unos planes de comida determinados y aportes calóricos específicos.
2- Psicoterapia Ambulatoria.
– Terapia de familia. Es necesario la ayuda de la familia, ya que la persona con anorexia no puede llevar a cabo decisiones correctas en cuanto a su alimentación y salud, por lo tanto intervienen los padres y/o familiares hasta que el paciente se vaya recuperando y pueda tomar decisiones racionales.
– Terapia individual. Estabilizar los hábitos y las conductas alimentarias para reforzar el aumento de peso y cambiar la visión distorsionada que el paciente posee con respecto a la alimentación y su cuerpo, y otros aspectos de su autovaloración personal.
3- Hospitalización u otros programas intensivos.
La hospitalización puede darse si hay de complicaciones médicas, problemas psiquiátricos o desnutrición grave, o con rechazo a comer y a la comida continuado.
Algunas clínicas como es el caso de CITEMA, están especializadas en el tratamiento de la anorexia y otros trastornos de la alimentación, acercándote la posibilidad de programas integrales sin tener que pasar a la hospitalización completa, con tratamientos intensivos y de mayor duración, como son el Hospital de día o la hospitalización domiciliaria.
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