Estamos viviendo un momento atípico, una situación totalmente inesperada. En ningún momento nos podríamos imaginar que pudiéramos experimentar una situación así.

Ante este escenario hay personas que como buen camaleón se adaptan y sacan lo mejor de la situación, reinventándose constantemente, son personas resilientes (hablaremos de este concepto en otro post); y otras que comienzan a experimentar una sensación de desasosiego, malestar, ansiedad y estrés que puede llegar a desembocar en algo mucho más grave en lo que a su salud respecta.

La incertidumbre es la mayor causa de todo, el no saber qué va a pasar, creando estos momentos de ansiedad. Por eso es importante detectar los síntomas para poder controlarlos.

La ansiedad es una reacción humana natural que afecta a la mente y al cuerpo. Tiene una importante función básica de supervivencia, es un sistema de alarma que se activa cuando una persona percibe un peligro o una amenaza. Los síntomas que puedes sentir son, mareos, falta de aire, taquicardias, hormigueos en las extremidades, presión en el pecho, sofocos, sudores y temblores. Angustia y miedo intenso hacia algo negativo.

Al tener ansiedad, se interpretan de una manera exageradas nuestras sensaciones y esto hace que aumenten los síntomas. Cuando esto ocurre la persona reacciona y comienza a buscar cómo poder reducir esta ansiedad y en ocasiones lo canaliza a través de la comida.

Los trastornos de ansiedad pueden hacerse crónicos si persisten los acontecimientos estresantes que los han provocado o se mantienen los pensamientos que ocasionan dicha ansiedad, creándose un círculo vicioso entre la ansiedad y el temor a presentarla. Además, si nos refugiamos en la comida para mitigar esos síntomas podemos llegar a padecer un trastorno de la conducta alimentaria como es el Trastorno por Atracón. Un TCA que ya afecta a un 40 por ciento de las personas con Obesidad en España.

Existen una serie de acciones que nos pueden ayudar a controlar la ansiedad una vez detectamos los primeros síntomas:

– Ejercicios de relajación y mindfulness.

– Practicar ejercicio físico regular.

– Cuidar la alimentación mediante horarios y planificando los menús

– Dormir bien, con Higiene de sueño

– Aprender a identificar los pensamientos negativos y cuestionarlos

– Ponernos límites para saber qué podemos hacer en cada momento y así no saturarnos y vernos desbordados de tareas

– Y sobre todo, saber cuándo debemos pedir ayuda y ponernos en manos de un profesional para guiarnos a superar la ansiedad.

Si necesitas tratamiento de la ansiedad en Madrid, podemos ayudarte a través de nuestra unidad de psicología.