Los trastornos alimentarios son enfermedades que no solo afectan la situación mental de las personas que los padecen, sino también muchas funciones corporales. La osteoporosis es una consecuencia muy grave y muy frecuente de los TCA, concretamente de la anorexia nerviosa.

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza especialmente por una desmineralización ósea que afecta a la dureza de los huesos, haciendo que estos sean frágiles y tengan más facilidad de fracturas.

En las personas que sufren anorexia nerviosa, las consecuencias de fracturas se agravan todavía más ya que el cuerpo no tiene las reservas necesarias como para permitir que el hueso sane, lo que lleva a las pacientes a limitar sus actividades mucho más tiempo favoreciendo otras complicaciones derivadas de la fractura como úlceras, resequedad de la piel, debilidad, pérdida muscular…

El tratamiento de la osteoporosis que puede ser complicado en condiciones normales, en el contexto de anorexia es aún más difícil ya que el hueso sigue perdiéndose rápidamente. Los suplementos de calcio y vitaminas no son suficientes en muchos casos para reponer las pérdidas. Las fracturas pueden repararse pero las secuelas son permanentes y, por este motivo, no se debe dejar que el problema llegue a estos extremos tan graves antes de buscar atención médica.

Cuando el inicio de los síntomas de la anorexia nerviosa se presentan antes de que se haya logrado la formación ósea máxima (normalmente desde la mitad hasta el final de la adolescencia), existe un mayor riesgo de osteopenia (disminución del tejido óseo) u osteoporosis (pérdida ósea). Con frecuencia se observa una baja densidad ósea en las mujeres que tienen esta enfermedad y es común la ingestión y absorción baja del calcio.

Padecer anorexia nerviosa incrementa el riesgo de sufrir esta enfermedad ósea, ya que el aporte proteínico y mineral es muy reducido. Es muy importante el trabajo multidisciplinar en el abordaje de los TCA para tratar no sólo la parte mental sino también todas las complicaciones físicas que derivan de estas enfermedades.

Por último, os dejamos una lista con alimentos ricos en calcio que ayudan a prevenir esta osteoporosis y a mantener los huesos fuertes, siempre dentro de un contexto de alimentación variada, completa, equilibrada y suficiente para cada persona.

  • Quesos: manchego, burgos, emmental, roquefort…
  • Lácteos: leche de vaca, yogur, batidos lácteos, natillas, flan…
  • Pescados y mariscos: sardinas, langostinos, gambas, cigala, almejas, berberechos, langosta, bacalao…
  • Verduras: acelgas, cardo, espinacas, puerro, alcachofas, coles, repollo, judía verde…
  • Legumbres/Otros: almendras, higos secos, garbanzos, pistachos, judías blancas, nueces, pasas, dátiles, aceitunas, lentejas…